En septiembre se realizará en Santiago el NCS Santiago 2022, “Neurointensivismo en la era post pandemia”. Su presidente, doctor Danilo Fischer Prato, explicó la necesidad de tener la subespecialidad de Neurointensivo en Chile, y la importancia de la neurorehabilitación. Además, mencionó los principales desafíos del congreso y la novedad que trae esta versión.  

Por Trinidad Valenzuela Varas, periodista Sochimi

El neurointensivismo es una subespecialidad médica de los cuidados intensivos que se dedica, de forma integral y multisistémica, a los cuidados del paciente neurológico críticamente enfermo.

Entiende que un cerebro ya lesionado, es decir, una lesión primaria, puede verse afectado significativamente a partir de alteraciones sistémicas, es decir, una lesión secundaria.

Según el vicepresidente de la Sociedad de Neurointensivo Latinoamericana LABIC, Doctor Sergio Aguilera Rodríguez, los pacientes con patologías neurológicas graves son aproximadamente el 30% de los que ingresan a las  Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en Chile y el mundo. Entidades clínicas como el traumatismo craneoencefálico, la hemorragia subaracnoidea aneurismática, el stroke y el ACV hemorrágico constituyen el grupo que más demandan estos cuidados intensivos especializados.

Debido a esto, es fundamental la capacitación en neurointensivismo de todos los profesionales de las UPC, por lo que en septiembre, se realizará el NCS Santiago 2022, “Neurointensivismo en la era post pandemia”, el primer congreso presencial en Chile después de dos años de crisis sanitaria.

Será el V Congreso Regional de Neurocritical Care Society (NCS), las III jornadas Neurosochimi de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI) y las XI jornadas de la Sociedad de Neurointensivismo LABIC.

Su presidente es el doctor Danilo Fischer Prato, quien en 2020 y 2021 fue el representante de NCS para América Latina. La NCS es una sociedad mundial de cuidados neurocríticos, con presencia en los cinco continentes y cuyo fin es el desarrollo científico multidisciplinario a fin de optimizar el manejo de este tipo de pacientes.

Danilo Fischer es médico cirujano (2001), especialista en Medicina Intensiva y doctor en Medicina. Nació en Uruguay y estudió en la facultad de Medicina de la Universidad de la República, estatal y que hasta ese momento era la única facultad de medicina de dicho país, realizando la residencia de Medicina Intensiva en esa casa de estudios.

En 2005, producto de la crisis económica de Uruguay se trasladó a Chile gracias al convenio de reválida entre ambos países y trabajó en distintos centros públicos y privados de la Región Metropolitana.

En Chile está certificado ante la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (CONACEM) en Medicina Intensiva (2014) y hace cinco años es médico jefe de la Unidad de Paciente Crítico Adulto (UPC) de la Clínica Universidad de los Andes, donde se ha dedicado a su principal área de desarrollo: el neurointensivismo.

Sin embargo, actualmente en Chile no hay una subespecialidad formal de neurointensivo. ¿Qué falta en el país para que exista?

La pandemia mostró el déficit de intensivistas con formación curricular que hay en Chile. Es necesario formar más especialistas, ya que en nuestro país mucha gente trabaja en cuidados intensivos porque le gusta, pero no siempre tienen una formación metódica e idónea. Así, según mi criterio y el de la SOCHIMI, al menos los jefes de unidad y los jefes técnicos de las UPC tienen que tener una acreditación formal certificada en Cuidados Intensivos.

Para hacer la subespecialidad de Cuidados Neurointensivos en Chile, tendría que haber un centro de referencia, que atienda a muchos pacientes de ese tipo, por ejemplo, el Instituto de Neurocirugía Alfonso Asenjo, pero también con pasantías por otros centros nacionales e internacionales a fin de perfeccionar las destrezas.

Por ejemplo, en Estados Unidos es una subespecialidad formal; de hecho, cada universidad y hospital tiene un fellow de cuidados intensivos neurológicos reconocida por la Neurocritical Care Society.

Diversos estudios señalan que la neurorehabilitación es fundamental para evitar posibles complicaciones, minimizar su repercusión, conseguir la mayor autonomía funcional posible del paciente, entre otros beneficios. ¿Cómo evoluciona un paciente con ella?

La neurorehabilitación es fundamental por la neuroplasticidad, esto es que, una vez que se produce un daño cerebral, nuevamente las neuronas se pueden regenerar, y cuanto más precozmente se haga, mejor.

Por lo tanto, es fundamental que las UPC tengan programas de rehabilitación, desde las etapas más tempranas del proceso, con fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales y kinesiólogos expertos en ello.

Nos hemos encontrado con sorpresas muy agradables en pacientes que, considerando las imágenes y su evolución, se preveía que iban a quedar severamente secuelados, pero gracias al manejo multidisciplinario desde las primeras etapas de la injuria, lograron una muy buena recuperación. Pero debemos aclarar algo que siempre le decimos a las familias: el pronóstico de los pacientes es a largo plazo...al menos seis meses.

¿Hay algún límite en la neurorehabilitación?

No desde el punto de vista formal, pero sí lamentablemente pueden afectar las condiciones socio-económicas y el soporte familiar del paciente.

El NCS Santiago 2022, “Neurointensivismo en la era post pandemia” se realiza en conjunto con la Neurocritical Care Society (NCS), la Asociación LABIC y la Sochimi. ¿Cuáles son los principales desafíos del congreso?

Lograr que no solamente participe la mayor cantidad de público de Chile, sino también de la región, ya que concretar esta iniciativa ha sido un esfuerzo titánico.  Esperamos alrededor de 800 inscritos, los cuales tendrán la oportunidad de interactuar con expositores de primer nivel.

Usted es miembro de la comisión de Neurointensivo de la Sochimi, ¿Por qué es necesario hacer este congreso?

Desde 2016, la comisión de Neurointensivo de la SOCHIMI realiza cada dos años este congreso como compromiso para la educación médica continua. A partir de 2018 lo empezamos a hacer en conjunto con la Asociación de Neurointensivismo LABIC, sociedad latinoamericana a la que pertenecemos todos los que estamos en esta comisión.

Además, desde 2017, se empezaron a hacer encuentros regionales con sede en cada país que es representante de NCS en América Latina. Ya se hizo en Ecuador, en Brasil, en Argentina, el año pasado fue en Colombia, y este año le toca a Chile.

¿En qué se diferencia este congreso de los anteriores?

Este congreso destaca porque las secciones son multidisciplinarias, es decir, se aborda una patología específica, de la cual exponen su punto de vista los médicos, enfermeros, kinesiólogos, químicos farmacéuticos, y el personal de rehabilitación, tales cómo fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales.

Cómo presidente de NCS Santiago 2022, ¿Qué espera usted de él?

Si bien estamos cansados, también tenemos un estímulo para avanzar; siempre surgen dificultades e imponderables en la organización, pero con tenacidad e inteligencia los superamos. Estamos trabajando desde principios de año en este proyecto, ojalá nuestro público pueda compartir nuestro esfuerzo.

Para finalizar quiero destacar la abnegada labor y compromiso del resto del comité organizador: los doctores Walter Videtta (quien desde Argentina ha viajado para participar en nuestras reuniones presenciales), José Ignacio Moretti y Sergio Aguilera. Pero muy especialmente en nombre de todo el comité agradecemos la colaboración de la secretaria de SOCHIMI, la señora Soledad González, pieza fundamental y clave en todo el “engranaje” de la labor del equipo.