En las Unidades de Paciente Crítico, los terapeutas ocupacionales entregan rehabilitación precoz y personalizada para evitar daños que impacten en la funcionalidad de estos pacientes. A pesar de los resultados, su incorporación ha tenido dificultades y todavía no hay garantías de su permanencia ni continuidad en su atención.
Por Trinidad Valenzuela, periodista Sochimi
La pandemia de SARS - CoV2 dejó en evidencia la necesidad de rehabilitación en las Unidades de Paciente Crítico (UPC). En ellas, los terapeutas ocupacionales (TO) son parte del equipo de rehabilitación y se encargan de la prevención, la ocupación de la persona, el posicionamiento, la estimulación cognitiva y la relación con las familias.
El presidente de la división de Fonoaudiología y Terapia Ocupacional de la Sochimi, Gabriel Salgado, aseguró que durante la pandemia, los TO se posicionaron en las UPC por la importancia de abordar a las personas desde etapas tempranas con terapia ocupacional. “Entregamos rehabilitación precoz y personalizada en virtud de los intereses de cada uno. Además, una visión transdisciplinaria desde modelos de ocupación humana, con mayor valor a las intervenciones terapéuticas, ya que en la rehabilitación apuntamos a que la persona salga con la menor secuela posible”.
Asimismo, la vicepresidenta de la división y TO del Hospital del Trabajador, Marcela Cerna, comentó que la rehabilitación temprana, incluso desde un enfoque preventivo, tiene mejores resultados en un paciente crítico, que de forma tardía, ya que “independiente del trauma o enfermedad, un paciente crítico queda con un daño post UCI que impacta en su funcionalidad”.
En tanto, la tesorera de la división de Fonoaudiología y Terapia Ocupacional de la Sochimi, María Paz Guzmán, quien además es coordinadora del turno de los TO de la UPC del Hospital San José y TO de la unidad de Medicina Física y Rehabilitación, explicó que la rehabilitación temprana en UCI “ha visibilizado que el paciente va a salir de ella, va a continuar un proceso largo y va a requerir ayuda en términos cognitivos, emocionales, físicos, sociales, e incluso laborales”.
En la misma línea, el primer vicepresidente de la división, Cristóbal Catalán, quien es académico de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad del Desarrollo y coordinador de Educación Continua y de campos clínicos en la carrera, explicó que el fin de la rehabilitación es aportar a la calidad de vida y detalló que su quehacer “aborda todas las acciones de rehabilitación temprana. Tanto la prevención de complicaciones asociadas a la hospitalización, como el manejo de las que aparecen, para que al momento del alta el paciente tenga la mayor independencia y funcionalidad posible, es decir, que pueda hacer sus actividades de la vida diaria por sí mismo”.
Sin embargo, Gabriel Salgado afirmó que el documento “Orientaciones para el desarrollo de la Rehabilitación en los Hospitales de la red pública de salud” (2018) del Minsal, mencionaba que dentro de la brecha de rehabilitación en UPC se consideraba a la terapia ocupacional. No obstante, explicó que “no se consideraban en la primera norma técnica de conformación de la UPC, pero en la actualización del año 2021, en la resolución de la orientación técnica, se mencionan a otros profesionales de UPC, entre ellos los TO”.
Además, aseguró que actualmente no hay un documento formal a nivel ministerial que entregue el respaldo para contar con terapeutas ocupacionales en UPC. A pesar de esto, destacó que el Plan Nacional de Rehabilitación 2021 - 2030 del Minsal, entrega más insumos, normativas y orientaciones técnicas para contar con estos cargos, de forma permanente y de continua en UPC.
En el documento “Terapeuta Ocupacional en Unidades de Paciente Crítico. Perfil de Cargo”, elaborado por la división de Fonoaudiología y Terapia Ocupacional de la Sochimi, se citó un estudio comparativo de 2021 entre Terapia Ocupacional estándar versus Terapia Ocupacional mejorada, basada en una intervención temprana en una unidad médico/quirúrgico de cuidados intensivos, en el que se consideró como estándar una atención diaria de 30 minutos y como mejorada, dos intervenciones al día de 30 minutos cada una, tres al día de 20 minutos cada una o una sesión con un paciente de nivel superior de 60 minutos. Con la Terapia Ocupacional mejorada, se observó un aumento significativo en la calidad de vida en los siguientes tres a seis meses después del ingreso.
Sin embargo, la incorporación de los TO no es una norma, sino que una recomendación. Debido a lo anterior, el documento recomienda que haya un TO con jornada de 44 o 45 horas por cada cinco pacientes UCI o UTI. Además, de que se garantice la continuidad de atención diaria de cada paciente, incluidos los fines de semana, y las horas de confección de las ayudas técnicas.
Actualmente, la Terapia Ocupacional es una profesión universitaria, pero no está reconocida en el Código Sanitario. Además, la especialidad en Cuidados Intensivos o Críticos no está reconocida por el Minsal. Salgado aseguró que “estamos peleando por encontrarnos dentro del Código Sanitario, como las disciplinas de Enfermería o Kinesiología”.
A su vez, explicó que estar reconocidos permite ser parte de las orientaciones técnicas que se generen a futuro y contar con profesionales de alta especialidad en los distintos centros.
Es importante considerar que la pandemia de SARS - Cov2 demostró que era importante fortalecer las UCI con TO, hacer turnos y mantener la continuidad de la atención. Guzmán explicó que “estamos haciendo turnos de 12 horas en UCI, antes eran sólo de lunes a viernes. Al tener un personal de rehabilitación continuo se toman decisiones antes, lo que permite tener resultados más rápidos”.
Sin embargo, Marcela Cerna destacó un importante punto que les afecta tanto a los TO como fonoaudiólogos, que la mayoría de las veces “no pertenecemos a la UPC, sino más bien a rehabilitación”.
En la misma línea, Elizabeth Parraguez, mencionó que todavía hay muy pocos TO trabajando en UCI y hay una gran brecha de profesionales de TO y de fonoaudiología.
Según el documento elaborado por la Sochimi, el TO en las UPC se encarga de favorecer la funcionalidad de las personas hospitalizadas a través de la prevención, mantención, intervención, habilitación y rehabilitación, permitiendo un mejor desempeño ocupacional y una mejor calidad de vida en usuarios con riesgo de presentar deterioro en estructuras y funciones corporales, además de limitación de actividades cotidianas y restricción de la participación, producto de la condición de salud crítica y su entorno.
Gabriel Salgado mencionó que el TO entrega “esta visión de la persona que tenemos al frente y cuáles son sus intereses, más que una receta de cocina, es una atención centrada en la persona, los TO como todos los profesionales de rehabilitación, entregan algo muy fino en beneficio del paciente”.
María Paz Guzmán explicó que para los terapeutas es fundamental “prevenir alteraciones funcionales cognitivas y a nivel socioemocional en los pacientes en UCI”. Un gran trabajo preventivo en torno a la esfera cognitiva es la prevención de Delirium, síndrome confusional que se da en los pacientes críticos y está asociado a factores cognitivos, emocionales e incluso posteriormente funcionales.
A su vez, detalló que “el delirium es prevenible en un 30%”, y aseguró que hay medidas interdisciplinarias para tratarlo, “como el manejo ambiental, la orientación a la realidad y a la persona en su proceso de salud - enfermedad, el posicionamiento, la estimulación cognitiva”.
Además de la prevención, los TO se encargan de la intervención del delirium, la TO del servicio de Neurología del Hospital del Salvador e Interconsultora de la UCI, Elizabeth Parraguez, afirmó que “somos los profesionales más idóneos para su manejo, intervenimos, reorientamos y hacemos que el paciente vuelva a reconectarse con la realidad”.
También, destacó que durante la pandemia, la terapia no farmacológica del delirium dio buenos resultados y se demostró que lo que marca la diferencia es “trabajar a diario con tu paciente y estimular constantemente. Por lo tanto, tiene que haber terapia ocupacional desde la UCI y rehabilitación”.
En tanto, Marcela Cerna mencionó que el manejo no farmacológico del delirium, consiste en una terapia orientada a la realidad, con manejo ambiental y distintas técnicas para “orientar al paciente que está despertando, donde el ambiente tiene muchos estímulos, y los pacientes tienen dolor y molestias”.
Asimismo, Cristóbal Catalán aseguró que el manejo no farmacológico del delirium, también implica “la estimulación motora de las extremidades superiores, la estimulación cognitiva y la facilitación o entrenamiento en actividades de la vida diaria”.
A su vez, Guzmán explicó otra de las funciones de los TO: apoyar en el posicionamiento de los pacientes, manteniendo posiciones funcionales para “prevenir e intervenir alteraciones osteoarticulares y evitar atrofias musculares, lo que permite mantener el tejido músculo esquelético”.
El posicionamiento es fundamental para evitar deformaciones, heridas y/o úlceras por presión en pacientes que no están conscientes. Elizabeth Parraguez explicó que “al principio es algo preventivo, y luego, se hace una terapia de intervención polisensorial, en donde se activa a través de los sentidos este despertar del usuario”.
Por su parte, Marcela Cerna añadió que en el posicionamiento, se “colocan ortesis, férulas o ayudas técnicas para alinear al paciente, proteger alguna zona o mantener algún objetivo quirúrgico”.
Y Cristóbal Catalán mencionó que en el posicionamiento en cama, los TO hacen las ortesis, aditamentos y ayudas técnicas, para posicionar algún segmento corporal en el espacio, en una posición lo más fisiológica u óptima posible. “Por ejemplo, para los pacientes en prono, confeccionamos cojines para prevenir úlceras por presión, o alguna cuña para la prevención de edemas”.
El posicionamiento en prono está asociado a síndromes respiratorios agudos, severos, por lo que con la pandemia de SARS - Cov2, aumentaron considerablemente los pacientes en la posición. Guzmán aseguró que “la mayoría de los equipos de TO ayudaron en la confección de elementos de posicionamiento en prono, lo que favoreció no solo evitar lesiones por presión, sino que también prevenir alteraciones funcionales”.
Además, Parraguez explicó que con ese trabajo preventivo se evitaron lesiones en brazos, branquiales y piernas.
A su vez, Catalán agregó que estas mismas estrategias pueden aportar por sí solas a otros objetivos, como más adelante recuperar la independencia y la funcionalidad. “Vamos a entrenar para que una persona pueda comer sola, ver que tanto puede mover el brazo”.
En tanto, Elizabeth Parraguez explicó que posterior al posicionamiento, empieza la estimulación cognitiva de los pacientes, con estímulos ambientales y con la intervención para volverlos a reubicar y reorientar en este tiempo y espacio.
También, Guzmán explicó que relacionado con lo cognitivo, se trabaja en conjunto con los fonoaudiólogos lo comunicativo. “Trabajamos de forma temprana para favorecer la conexión al medio y que la comunicación sea efectiva por medio de tableros y comunicación alternativa aumentativa (CAA) para pacientes que no pueden expresarse de forma normal verbalmente”.
En otra arista, el presidente de la división de Fonoaudiología y Terapia Ocupacional de la Sochimi, Gabriel Salgado, explicó el importante rol de los TO en la ocupación, que consiste en “identificar las actividades significativas de la persona, para planificar las intervenciones”.
Ya que según explicó Salgado, durante la estadía en UCI, “los pacientes pierden su rutina y los terapeutas entregan la visión de que hay que recuperarla, respetar los ciclos de sueño, el funcionamiento, la orientación espacial y su abordaje cognitivo, lo que se transforma en una humanización de la atención”.
A su vez, María Paz Guzmán agregó que siempre se intenta progresar en hitos motores que pierden los pacientes críticos y necesitan volver a aprender, favoreciendo la funcionalidad. “Ayudamos a sentar a los pacientes, pararlos, caminarlos, las cosas más básicas, como ayudar a asistir en peinarse, vestirse, lavarse los dientes, arreglo personal”. Además, de la alimentación que se realiza en conjunto con los fonoaudiólogos.
Por su parte, Marcela Cerna, agregó que se enfocan en la funcionalidad de un paciente crítico, “independiente del origen, ya sea un trauma o una enfermedad, son usuarios que quedan con un daño post UCI, que impacta en su funcionalidad”.
Por último, está la conexión con las familias. María Paz Guzmán explicó que para el equipo de rehabilitación, la familia es fundamental porque permite averiguar el estado basal funcional de los pacientes, “lo que ayuda a determinar las posibilidades de salir adelante de una persona que entre a una UCI”.
A pesar de que la familia juega un importante rol en la recuperación de los pacientes críticos, un gran desafío que recae en los TO que trabajan en UCI es la salud mental, ya que hacen falta psicólogos en ellas, tanto para el paciente cómo para las familias y los funcionarios. “Lo más cercano que hay en salud mental en las UCI es el TO, sin embargo, nosotros no tenemos las mismas herramientas que los psicólogos”.
Por su parte, la TO Elizabeth Parraguez comentó que se apoyan en las familias de los pacientes para saber su historia de vida. “A través de sus intereses planteamos objetivos, acorde a lo que el paciente requiere, para recuperar rápidamente la funcionalidad y volver a desempeñarse posteriormente en su oficio. El TO ve al paciente como una persona, con distintos roles, hábitos e intereses, y que pertenece a la sociedad”.
Asimismo, Marcela Cerna destacó que se trabaja con las familias, para familiarizar el ambiente con fotografías y otros estímulos de orientación, como calendarios o fotografías.
Sin embargo, durante la pandemia la incorporación de la familia fue compleja por la restricción de visitas. Cristóbal Catalán aseguró que “la familia es un pilar fundamental en los procesos de rehabilitación y recuperación. Por lo que, hubo que establecer canales de comunicación con las familias a través de videollamadas para humanizar las atenciones”.
En tanto, María Paz Guzmán, remató que los TO “somos profesionales que aportamos directamente a la humanización de los procesos que se dan en contexto crítico”.