Terapia asistida por animales en UCI. Descripción de un caso
- Estudio de Caso
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Estudio de Caso
Introducción: La terapia asistida por animales es una estrategia de la que encontramos sus primeros datos históricos a finales del siglo XVIII en Inglaterra, donde su uso se recomendaba especialmente en pacientes psiquiátricos. A lo largo de la historia, se han descrito distintos efectos positivos de esta terapia en el estado clínico de los pacientes, así como también en la respuesta del paciente frente a terapias de rehabilitación. La propiedad de animales domésticos, particularmente los perros, se asocia con beneficios positivos para la salud y además, le recuerdan al paciente que hay una razón para recuperarse y volver a casa. Frente a la evidencia que nos entrega esta terapia y a la búsqueda constante de entregar cuidados humanizados a nuestros pacientes, decidimos implementar la entrada de mascotas a nuestra UCI, considerando en cada caso en particular, las necesidades y deseos del paciente y a la factibilidad de realizar la actividad. A continuación, presentamos nuestro primer caso y la repercusión de esta terapia en nuestro paciente, su familia y el equipo de salud. Caso: Se presenta el caso de un paciente masculino de 68 años portador de una nefropatía crónica con trasplante renal e inmunosupresión que cursa con un neumonía grave por SARS-CoV-2. Requiere ventilación mecánica prolongada con prono en tres oportunidades, terapia corticoidal de rescate, múltiples infecciones y sobreinfecciones bacterianas asociadas al ventilador mecánico, sepsis por CVC, convirtiéndose en un paciente crítico crónico, a pesar de todo lo anterior, el paciente logra avanzar en su despertar, pero muy miopático por lo que se realiza traqueostomía percutánea y junto con esto inicia terapia de rehabilitación interdisciplinaria multifocal con el equipo de terapia ocupacional, kinesiología, fisiatría y fonoaudiología. En este contexto y una vez autorizadas las visitas por antígeno negativo para COVID, se plantea, a petición del paciente y posterior a una comunicación con su familia, la posibilidad de traer a su mascota, un perro salchicha llamado Rocco. Se conversa con el Comité de IAAS y con la dirección médica del hospital, y tomando todas las medidas de precaución, se coordina el encuentro “sorpresa” entre el paciente y su mascota, momento muy emotivo, tanto para el paciente, su familia y el equipo de salud. Por otro lado, se logra un avance importante en el paciente, en cuanto a su rehabilitación, movimiento, coordinación, flexión de manos, incorporarse en la cama, avances que previo a la visita de su mascota no habían sido posibles. Conclusión: Favorecer el contacto del paciente con sus seres queridos nos da la oportunidad de apoyar emocionalmente el proceso de recuperación y rehabilitación. En este caso en particular, la presencia de una mascota, logró avances en la terapia de rehabilitación debido a una mayor estimulación y a un mejor estado de ánimo siempre bajo la perspectiva de una visión de atención y cuidados humanizados del paciente.
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